miércoles, 24 de noviembre de 2010

Carlos II.Una victima de su propia existencia (II)


A los 10 días de muerta su esposa, comienzan a buscar a otra con garantía de buena procreadora, se llamaba Mariana de Neoburgo (sus padres los Electores del Palatinado habían tenido 24 hijos).Era pelirroja , peligrosa e histérica. El Rey parecía ya un anciano (Don Gregorio Marañón opina por ello que padecía un trastorno hipofisario, además de todo lo dicho)

Los casan,pero sigue sin llegar el embarazo, así que la Reina se dedica a fingirlo (hasta 12 veces) y de paso cada vez que lo hace le saca al Rey prebendas ,nombramientos (llegó a vender el puesto de Secretario de Estado) y regalos para sus familiares y amigotes (la Baronesa von Berlipsch alias “La Perdiz”, el Baron Enrique von Wisse alias “El Cojo”) que le ayudan en sus rapiñas y el Dr.Galeen que colaboraba en certificar falsamente sus presuntos abortos (que el Rey creía).

El propio Rey se desespera y pide ayuda en 1698 al Inquisidor General (Cardenal Rocaberti) quien le informa de que Fray Antonio Argüelles (un dominico, vicario de un convento allá en Cangas de Tineo) tiene linea directa con el diablo. Y le piden que le pregunte el porqué de la esterilidad del Rey. El demonio habla por boca del fraile y por carta le contesta: “Me dijo el diablo anoche que el Rey se hallaba maléficamente hechizado para gobernar y engendrar. Se le hechizó el 3 de Abril de 1675 con un chocolate en el que se disolvieron los sesos de un ajusticiado para quitarle la salud y los riñones,para corromperle el semen e impedirle la generación”.
Lo intenta curar de ese hechizo a base de cuartillos de aceite bendito en ayunas y enemas con igual ingrediente que le provocan unas diarreas y vómitos que casi lo llevan al borde de la muerte (lo dejaron inconsciente varias horas). La Reina que ve cómo le están matando el negocio acude al Inquisidor y acaban procesando al Confesor Real Padre Froilan que consintió aquel asunto. Aquello era ya una vergüenza para la Iglesia y para la Medicina. Pobre Carlos, o lo que va quedando de él.

También intentaron expulsar a los diablos enfrentándolo a todos los poderes del Más Allá: los cadáveres de todos los Reyes y Reinas de España,uno tras otro. Aprovechando que por obras en El Escorial estaban exhumando sus restos para trasladarlos, llevan allí al Rey y le van mostrando las momias de su padres, abuelos, bisa y tatarabuelos. Cuando le ponen delante los despojos de su difunta y amada esposa (fallecida nueve años antes) Carlos pierde los nervios,y echa a correr despavorido (no era para menos).Durante varios dias sufrió horribles pesadillas, por lo que optó por permanecer despierto toda la noche (sus enanos lo despertaban continuamente), hasta que alguien se apiadó de él y le preparó una "infusión para dormir".

Después de todo ésto el Rey está cada vez peor:edemas generalizados,sobre todo en las piernas (seguramente a consecuencia de una insuficiencia renal debida a los varios cólicos nefríticos sufridos) que le obligaban a cambiar a unos zapatos más grandes por la tarde debido a la hinchazón de pies y tobillos. Vuelve a aparecer la epilepsia en forma de ausencias, que a veces duran varias horas. Otras veces con convulsiones de brazos y piernas, a la vez que se le desviaban los ojos y la boca hacia un mismo lado.

En ayuda del Rey aparece en la Corte (y andando desde Saboya, según cuenta) otro fraile (el capuchino Fray Mauro Tenda) que somete a un terrible y dramático exorcismo al Rey durante varios días. A pesar de los gritos y las conminaciones en latín al diablo para que abandone el cuerpo (proferidos por varios frailes al unísono),las duchas con agua bendita y otros extraños rituales; no hay respuesta. Por lo que el fraile “lumbreras” concluye que no está endemoniado, sino hechizado (que descubrimiento) .Propone un tratamiento (llamemos.... de tipo psicológico) e indica que si no se cura con él, ya es cuestión de los médicos. Dios mio en sus manos queda.

Y ahí es cuando llegan los expertos galenos en Septiembre de 1700 para apuntillar al moribundo. No sabemos que padeció o que puñetas le dieron (le solían provocar diarreas para “eliminar la materia corrupta”).Lo cierto es que en dos días tuvo 200 deposiciones y quedó al borde del colapso. Aún así aguantó como un león tres semanas más creyendo que los frailes y monjas que le rodeaban eran demonios y brujas que salían de debajo de su cama. Después de dos días en coma y una brusca hipertermia ,terminó su penosa existencia. Sus últimas palabras y a una pregunta de la reina fueron:” Me duele todo”.
Los médicos muy preocupados de que el paciente se les hubiera muerto; recibiendo el tratamiento “adecuado” (abundantes sanguijuelas, sangrías y pócimas de contenido incierto);dejan el cadáver en manos de los forenses para que averigüen la causa de su muerte (como si no estuviera claro). Era lo que faltaba ya, ni después de muerto le tienen un mínimo respeto.

El informe de la autopsia que le practicaron no he podido encontrarlo en la Red, pero el Marqués de Ariberti filtró algunos resultados de la misma “No tenía el cadáver ni una gota de sangre, el corazón apareció del tamaño de un grano de pimienta,los pulmones corroídos, los intestinos putrefactos y gangrenados, un solo testículo negro como el carbón y la cabeza llena de agua”


P.D:Según investigaciones realizadas por la Universidad Complutense de Madrid sobre sus restos y crónicas de la época , se ha llegado a concluir que el pobre hombre padecía; además de otras dolencias; Síndrome de Klinefelter (afecta sólo a hombres y es una anomalía cromosómica, con cromosomas X supernumerarios en las parejas 46 a la 49) . Ello explicaría muchos de los síntomas del Rey:dismorfia facial ,micropene, criptorquidia, ausencia de espermatozoides,alteraciones dentarias. En el ámbito mental:ausencia de libido,retraso en el lenguaje, lectura y comprensión, apatía y lentitud, baja autoestima y diversos trastornos emocionales (depresión y ansiedad).

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