Hoy le quitamos el polvo
del olvido a un personaje que pasó casi de puntillas por la Historia
de España,quizás porque murió joven y no pudo desplegar toda la
misión que por nacimiento le estaba destinada.
Así como sus hermanas
son todas bien conocidas y ocuparon el lugar de su destino, éste
pobre ha pasado tan desapercibido que los ciudadanos en general
desconocen sus existencia. La excéntrica Juana ha pasado al acerbo
popular hasta en forma de escatológicas cancioncillas infantiles
(“Juana La Loca tenía una toca,llena de mierda para su boca”, con perdón) y
su hermana Catalina a la historia anglosajona por su matrimonio con
el rijoso Enrique VIII de Inglaterra. Incluso sus otras hermanas
Isabel y Maria son algo conocidas por el hecho curioso de que se
casaron sucesivamente con el mismo hombre:Manuel I de Portugal, una a
continuación de la otra.
Pues si, nuestro ilustre
olvidado es nada más y nada menos de Juan de Aragón y
Castilla,segundo hijo (único varón) de los Reyes Católicos. Y por
ello Príncipe de Asturias y Príncipe de Viana,Duque de
Montblanc,Conde de Cervera y Señor de Balaguer. En resumen, el
heredero de ambas coronas.
Sevillano nació en los
Reales Alcázares bajo la hábil asistencia de “ La Herrera” , experta
comadrona que en sus años de servicio había traído al mundo a casi
todos los retoños de la nobleza hispalense. Y ello sucedió en las
más deplorables condiciones higiénicas:en pleno Junio y rodeada de
dueñas y ayas revoloteando alrededor de la parturienta. Como el
espectáculo debía de ser para no perdérselo, cuatro nobles
observaban atentamente para testificar que el niño era en efecto el
hijo de la Reina.
Sus padres le procuraron
una educación estricta y completa bajo la tutela del obispo Diego de
Deza, catedrático de Teología y persona firme, preparada y amigo
de Colón.Juan demostró especial afición por la música. Todo ello
se llevaba a cabo en la Villa de Almazán, donde los reyes crearon
para él una pequeña corte o “Casa” (posiblemente el gran
compositor Juan Del Encina sirviera en ésta corte).
Con 18 años fue nombrado
Gobernador de Salamanca para que fuera adquiriendo experiencia en los
asuntos de Estado. Siempre bajo los sabios consejos de su
tutor,ordenó empedrar las calles (sabia decisión) y creo un prostíbulo controlado
por la autoridad respecto a las medidas higiénico-sanitarias (aún más sabia). A
pesar de ésto al Príncipe procuraron mantenerlo alejado de los
“placeres de la carne”, pues era un poco enclenque y enfermizo.
Desde su nacimiento los
médicos le administraban vigorizantes a base de extracto de carne de
tortuga; con escaso éxito. Ya en su adolescencia un viajero alemán
(Jerónimo Münzer) que lo conoció nos dice que “padecía
una dolencia en el labio inferior y en la lengua que le impedían
hablar expeditamente".
A lo largo de su vida
sufriría de diversos accesos “de
disentería con tenesmo
e
fiebre continua”
(que pudiera corresponder con una Colitis Ulcerosa),y
que serían tratados indefectiblemente con los consabidos remedios de
“aceite de bacalao y jugo de carne de tortuga” (otra vez, parecía ser el remedio de moda).El curioso cocimiento debía de tener tanta
eficacia que fueron enviadas a Almazán treinta tortugas para tenerlas
a mano por si reaparecían las fiebres.
La combinación de la
subida hormonal en un varón de esa edad y de tanta sopa tortuguera
(de conocidas propiedades afrodisíacas), unidas al empeño de sus
padres de que llegara virgen al matrimonio tendrían a Juan
literalmente “subiéndose por las paredes”.Así que deciden
casarlo antes de que fallezca de un sofoco.
Y para eso eran unos
auténticos expertos. Le buscan como esposa a la archiduquesa
Margarita de Hasburgo (hija del Emperador Maximiliano I y hermana de
Felipe "el Hermoso") moza tan joven como él y de
temperamento jacarandoso.
Tanta prisa tenían en
atar el asunto que se casan por poderes (sin su presencia) en la
ciudad belga de Malinas el 5 de Noviembre de 1495. Pero la esposa no
embarca para España hasta el 22 de Enero de 1497 y no llega a
Santander hasta el 6 de Marzo después de una azarosa travesía
invernal.
A estas alturas
imaginamos que el pobre Juan,después de estar “subiéndose por la
paredes”..., debería estar “que partía cocos”... (que ya se
traían de América) y esperaba a su esposa “ansiosamente”, nunca
mejor dicho. Pues bien, tuvo que esperar nueve días más hasta que
llegó a Burgos. Al verse los dos jovenzuelos, las prisas se
volvieron desesperación y poco faltó para que Juan (tan aficionado
a las jotas populares) le cantara aquella de “arremángate cordera,
que aquí mismo te la clavo, pues cada vez que te veo,me salen
chispas del... rabo”, con perdón de nuevo.
Por fin....Pues no. Con
tantos retrasos la señorita ha llegado a España en plena
Cuaresma....y ya sabemos lo que pasaba en esa época:la “coyunda”
estaba prohibida por la Iglesia. Hasta el refranero popular recoge
éste hecho con un contundente “pasas más hambre que una puta en
Cuaresma”.
Tan mal debió ver al
chico su padre Fernando el Católico (que era un gran “amador”y
que murió de una sobredosis de infusión de cantáridas para “facer
yuntamento” con su joven segunda esposa Germana de Foix)
utiliza sus influencias y recurre al Papa Alejandro VI que emitió
una Bula Personal eximiéndoles del precepto,y por ello les permitía: "La
cópula carnal libre y lícitamente, sin que en nada obsten las
constituciones y ordenanzas generales y especiales emanadas de
concilios apostólicos, provinciales y sinodales, y cualesquier
contrarias"
.
Parecía
que no iba a llegar nunca. El 4 de Abril el Cardenal Cisneros los
casa en la Catedral de Burgos. Después de todas las ceremonias salen
presurosos para la Corte de Almazán. Y desde que llegaron “aquello
fue un no parar”.
Los
criados les dejaban discretamente la comida en la puerta de la alcoba
durante las semanas en que se dedicaron al “fornicio”.
Margarita,lozana y saludable no daba descanso al joven que cumplía
puntualmente, queriendo dejarle claro a la manceba nórdica que...
“donde no llega el caballero español con su estatura, llega con la
punta de su espada....”.
Imagino que a éstas
alturas el estanque de tortugas habría quedado vacío, y aunque Juan
no necesitara de sus efectos afrodisíacos,si precisaba de las
propiedades reconstituyentes que le atribuían a la susodicha sopa.
Tres meses después del
himeneo el gran cronista Pedro Mártir de Anglería lo encuentra (muy
perjudicado) en Medina del Campo durante las Ferias de Verano y nos
describe:
"Preso en el amor de la doncella, ya está demasiado pálido nuestro joven príncipe. Los médicos juntamente con el rey, aconsejan a la reina que alguna que otra aparten a Margarita del lado del Príncipe que los separe y les dé tregua".
Margarita estaba literalmente acabando con Juan por la frecuencia con que le exigía que cumpliese con el “débito conyugal”. El propio Anglería se da cuenta de los riesgo que conlleva esta vida sexual tan activa:"La cópula tan frecuente constituta un peligro para él. Se le pueden reblandecer la médulas y debilitar el estómago".
"Preso en el amor de la doncella, ya está demasiado pálido nuestro joven príncipe. Los médicos juntamente con el rey, aconsejan a la reina que alguna que otra aparten a Margarita del lado del Príncipe que los separe y les dé tregua".
Margarita estaba literalmente acabando con Juan por la frecuencia con que le exigía que cumpliese con el “débito conyugal”. El propio Anglería se da cuenta de los riesgo que conlleva esta vida sexual tan activa:"La cópula tan frecuente constituta un peligro para él. Se le pueden reblandecer la médulas y debilitar el estómago".
Los
cortesanos acuden a su madre para que le aplaque el desenfreno sexual
de su hijo. El propio cronista deja constancia de la respuesta de la
Reina Isabel: "Responde
la Reina que no es conveniente que los hombres separen a quienes Dios
unió con el vínculo conyugal". Osea,
que encima le reforzó la conducta. El cronista Jose Antonio de Arana
nos lo describe también: "Don
Juan se consumía a ojos vistas, pero mantenía la actividad sexual
sin decaimiento de ánimo y de deseo por más que la salud le diera
avisos en forma de enflaquecimiento del cuerpo y frecuentes
vahídos de la mente".
El Salamanca recurren a
su tutor para que le haga entrar en razón y debido a la ascendencia
que Diego de Deza tiene sobre el Príncipe le hace entrar en razón.
Por ello escribe a sus padres:“Desde
los días que ahí escribí, el Señor Príncipe ha estado más
alegre , gracias sean dadas a Nuestro Señor, y con algunos zumos que
le han dado a Su Alteza, a menudo ha estado hasta agora más
esforzado. Ha dormido lo que convenía con buen sueño. Agora dieron
a Su Alteza de cenar y comió como suele, con el apetito perdido, y
no cantidad de media pechuga de pollo"
Durante unos días lo habían
librado de su esposa y de las sopas de tortuga.
Pero el tutor y los
médicos están muy preocupados por su estado de salud y temen por
él: "Lo
que acuerdan estos Físicos
es
darle muchas veces de día y de noche algo que tome, o en zumos o en
manar" .
Cuando
el Rey (que es muy inteligente) recibe la carta, lee entre lineas y a
uña de caballo parte a Salamanca con su médico personal y encuentra
a su hijo en la cama. No le queda sino intentar insuflarle ánimos
para vivir. Pedro Mártir nos lo cuenta: "Acude
el Rey a marchas forzadas . Encuentra a su hijo con todos sus
sentidos, aunque en grave peligro. Exhortarle a que se anime y no
desfallezca; le recuerda que la esperanza de vivir ha traído la
salud a muchos enfermos" .
Esfuerzo inútil. Seis meses
después de la boda, con 19 años y literalmente extenuado,Juan se
muere.
Al menos tanto “esfuerzo”
había dados su frutos, pues Margarita se encontraba embarazada: Pero
dio prematuramente a luz a una niña que no sobrevivió (de haber
llegado este embarazo a término, la niña hubiera sido reina de
Castilla a la muerte de Isabel en lugar de Juana "la Loca").
Fue enterrado en el convento de
Santo Tomas en Ávila y su madre dejó en testamento que le labrara
para él un sepulcro, que realizó Florentino Domenico D´alessandro
Fancelli (escultor que en Sevilla había realizado el del Cardenal
Diego Hurtado de Mendoza) en mármol de Carrara. Tan contento quedó
su padre al verlo que le encarga el suyo propio. Era tan bonito que
los franceses lo saquearon, se llevaron la verja que lo rodeaba,
rompieron a culatazos las cabezas de los querubines y dispersaron sus
huesos.
A pesar de que el sepulcro está
vacío algunas señoritas casaderas se acercan a besar los labios de
su yacente escultura, imagino que será para pedirle que les toque en
suerte un marido tan fogoso como él lo fue.
EPILOGO:
Sin
duda alguna el “exceso” de sexo no es nunca la causa de muerte de
un chico joven y sano. Posiblemente la causa del fallecimiento fuera
una enfermedad infecciosa de evolución crónica, quizás una
tuberculosis. El continuo ejercicio del sexo fue la “puntilla”
que terminó con la débil constitución del Príncipe.
España perdió una buena Reina
con Margarita (Doña Margot para los amigos). Sería la tutora de su
sobrino Carlos I, que la apreciaba y la quería tanto que; siendo ya
Emperador; la puso al frente del gobierno de los Países Bajos, donde
durante veinte años demostró su capacidad como administradora.
NOTA
FINAL:Según nos cuenta Hernando Colón, en la biografía que
escribió de su padre (Historia del Almirante, Capítulo XXV) y al
describir las islas que descubrió en su Primer Viaje , nos dice
textualmente: ".....A la siguiente que encontró, es
decir, Cuba, la llamó Juana, en honor del príncipe don Juan,
heredero de Castilla...".