sábado, 6 de diciembre de 2014

La PRIMERA ciudad de los EE.UU


Le debía ésta entrada a mi hija.

Hay una fortaleza en ellos Estados Unidos donde no ondea la bandera de las barras y estrellas. Y ese hecho, tratándose de un país que tiene en su bandera una de sus señas de identidad es algo excepcional, pues ondea la bandera de otro país.

Es así por un privilegio especial concedido por el gobierno norteamericano, y la bandera no es otra que la española. Bueno, exactamente es la bandera de España, pero del siglo XVI:Blanca con una gran Cruz de Borgoña roja. Podemos verla lucir sobre el mástil del Castillo de San Marcos.

Ciertamente es algo único pero la situación lo merece, pues el castillo está situado en la primera ciudad fundada por los europeos en territorio estadounidense, y por ello es considerada la más antigua.

Cuarenta y dos años antes de que a los “ Padres Peregrinos” establecieran la colonia de Jamestown en Nueva Inglaterra Pedro Menéndez de Avilés fundó en 1565 la ciudad de San Agustín de La Florida.

Unos años antes los españoles ya habían explorado la zona y habían detectado la presencia un asentamiento de colonos y piratas hugonotes franceses que utilizaban esa base (la llamaron Fort Caroline) para realizar incursiones sobre nuestras colonias y asaltar nuestros barcos. Y era una base considerable con unos mil doscientos marinos,colonos y soldados y unos diez barcos de diverso porte.

Felipe II vio en ello el principio de una invasión, y no le hizo ninguna gracia. Como era rácano por naturaleza, aprovechó que Pedro Menéndez había financiado una expedición para buscar a su hijo;naufrago en la Florida; le encarga que elimine a los herejes. (enemigos endémicos de la España de entonces). Ésta vez la suerte corrió de nuestra parte y un huracán hunde la flota francesa,los españoles deciden no exponer sus barcos a igual suerte y atacan por tierra arrasando la colonia y después a los supervivientes del naufragio que se habían refugiado en una pequeña bahía. Los arqueólogos han descubiertos sus tumbas hace unos años y la bahía se llama aún hoy “de Matanzas”, pues literalmente no quedó nadie con vida.

Sobre las ruinas fundó la ciudad de San Agustín de La Florida y tres años después el Rey lo nombra Gobernador de Cuba,desde donde envió numerosa ayuda a la colonia, persiguió piratas y mando cartografiar la costa sur-este de los EE.UU.

Los primeros veinte años fueron pacíficos y prósperos, estableciéndose buenas relaciones con los indígenas de la zona. Tanto que “nuestro amigo” Francis Drake le hace una de sus habituales “visitas de cortesía” en 1586,dejando tras su paso saqueo y desolación,pues no iba precisamente a “evangelizar indios”. España;con su diligencia habitual; tardó aún ochenta y seis años en sustituir el viejo fuerte de madera por uno de recia “piedra ostionera” y bien artillado,el mencionado Castillo de San Marcos. Cuando en 1702 y 1740 los ingleses intentan de nuevo el asalto son recibidos por una lluvia de cañonazos y se deban marchar con su británico rabo entre las piernas.

Durante todos esos años fueron “nuestros adorables vecinos”, pues San Agustín era el límite del territorio español con la colonia inglesa de Carolina del Sur. Y ello resultó un problema para los ingleses,pues los esclavos negros escapaban de las plantaciones y se refugiaban en territorio español buscando refugio, pues aunque en España también era legal la esclavitud, el régimen era mucho más llevadero e incluso tenían una serie de derechos como el demandar ante los tribunales a su dueño.

Y es que además de acogidos en fecha tan temprana como 1693 el Rey Carlos II (en un acto de generosidad) les concede nada menos que la “libertad por decreto”,pues según Real Cédula de ese año manifiesta que:"dando libertad a todos, tanto a los hombres como a las mujeres, sea ello ejemplo de mi liberalidad y dé lugar a que otros hagan lo mismo". El regalo debió de sentar como una “patada en...el bolsillo” a los hacendados del otro lado de la frontera,que comenzaron a “presionar” a sus autoridades coloniales.

La gota que colmó el vaso llegó en 1738,pues llegaron más de un centenar en lo que pareció una fuga organizada. Entre los que llegaron y los que ya había fundaron una población fortificada a pocas leguas de San Agustín y en honor de la libertad que les era concedida le llamaron Gracia Real de Santa Maria del Mosé, para que quedara claro.

Tantos llegaron a ser que crearon incluso una milicia bajo bandera española (llamado “batallón de negros”) con oficiales también de color,muy operativa y eficaz. Tuvieron ocasión de demostrarlo:dos años después un fuerte contingente de “casacas rojas” asaltan Fuerte Mosé, pero la milicia se retira con orden a San Agustín donde resisten a los ingleses que;una vez más;optan por retirarse. Ciertamente lucharon como leones por su libertad, pues de haber caído en manos británicas hubieran vuelto a la esclavitud.

Tanta batalla y al fin y a la postre en virtud del Tratado de Paris en 1763,España transfiere la soberanía de la plaza al Reino Unido (a cambio de que nos devolvieran La Habana y Manila). Los negros libres marcharon a Cuba donde continuaron su vida como libertos, aunque muchos regresarían cuando otro Tratado de Paris, ésta vez el de 1783.

Pero los retornados se encuentran con que la ciudad ha sido ocupada por los llamados “Patriotas de La Florida”,que reclamaban el territorio para los Estados Unidos. Igual que a protestantes y a ingleses,los españoles;blancos y negros; les pasaron por encima.

Aún en 1812, el año de “La Pepa” el Gobernador español de La Florida Don Sebastián Kindelán le dedica un bonito obelisco en una nueva plaza de la ciudad que orgullosamente denomina como "Plaza de la Constitución"; y así se sigue llamando y allí sigue el obelisco.

Pero lo que no pudo nadie,lo pudo la crisis y en 1821 cuando los vientos de independencia se van concretando en todas las colonias de Sur y Centroamérica, España vive la época convulsa del Trienio Liberal tras la sublevación del General Riego y está sumida en una profunda recesión económica y decide vender la Florida a los EE.UU por cinco millones de dolares. No sabemos qué parte del total se gastó Fernando VII en fulanas y juergas,pero debió de ser una buena cantidad.

En la actualidad los ciudadanos de San Agustín se muestran orgullosos de su pasado español y conservan con esmero los palacios de los Ximenez-Fatio, de los Hita o de los Mesa ,podemos pasear por las calles Valencia, Granada, Cadiz, Avilés o Zaragoza,incluso el Castillo de San Marcos es Monumento Nacional.

Allí sigue, imbatido y perfectamente cuidado, y allí ondea nuestra bandera.