sábado, 7 de mayo de 2011

Pasodoble Taurino Transregional

Hay una pieza clásica en el mundo musical taurino.El Pasodoble se llama “Amparito Roca”.

Lo compuso a mediados de los años 20 un catalán de Barcelona ;y recién llegado de prestar servicio en Melilla; Jaume Texidor Dalmau en honor de una alumna suya (y amiga de su hija) a quien daba clases de piano en su domicilio. El ex Ministro de Sanidad Bernat Soria es;curiosamente;sobrino de la tal Amparito.

El pasodoble se estrenó en Valencia interpretado por la Banda Primitiva de Carlet (donde el pasodoble tiene una calle), de la que Don Jaume era Director.

La pieza es el himno popular de las Fiestas Patronales de Tarragona, donde es tocado y cantado por los asistentes a la Baixada de L´Aliga, a veces durante horas.

También sirve de inauguración de las Fiestas de Cestona en Guipuzcoa (donde Pio Baroja estuvo de Médico).Allí es escuchado con atención y respeto por los concurrentes a la fiesta en la Plaza del Ayuntamiento. Posteriormente vuelve a sonar durante la corrida si la faena del diestro ha sido meritoria; y si no lo es tanto es coreado a pulmón por los ocupantes del tendido de sol. Dicho de otro modo:siempre suena.
Por otro lado ,va siendo habitual que en la Maestranza y durante los festejos de la Feria de Sevilla,en los momentos de mayor lucimiento del diestro la Banda del Maestro Tejero ( y al grito espontáneo de “¡Música Maestro!” se arranque con “Amparito Roca” y se haga el silencio en la Plaza. Por respeto al arte del torero y de los músicos.

Para mi es evidente que “Amparito Roca” es Patrimonio Nacional Popular. Intangible,al igual que la Fiesta taurina en Francia (donde también suena mucho éste pasodoble).

A ver si alguien toma nota....o están en otra cosa.

martes, 3 de mayo de 2011

Arcabuceros Españoles II


20 años después; en tiempos de Carlos I; los arcabuceros están ya plenamente integrados en la agrupación básica de nuestro ejército:El Tercio.

Y como el hombre tiene esa tendencia obsesiva en repetir la Historia,pues otra vez los mismo:En los campos de Italia y en un frente de unos 600 metros de ancho de un lugar llamado Bicoca forman españoles contra franceses ,ésta vez adobados con los venecianos (eso si, ellos en retaguardia y algo alejados por si las cosas se tuercen).

Los franceses ya no hacen esas caballerescas cargas frontales (algo han aprendido),prefieren mandar a los piqueros suizos por delante protegidos por artillería y quedar ellos detrás. En concreto dos formidables cuadros de picas de unos 6000 hombres cada uno.

Más discretos se ocultan tras un camino y un muro nada menos que cuatro filas de 1000 arcabuceros cada una,una tras otra. Fernando de Ávalos al mando y a su lado, siempre a pié y pica en mano, a pesar de ser un Duque.

Los dos impresionantes grupos avanzan en perfecto orden a pesar de que los cañones españoles descargan sobre ellos. Cuando llegan a la carretera ya han dejado 1000 picas por el camino,pero son muchos más.
En ese momento se asoman los españoles. “Cu-Cu”.Las largas picas de casi tres metros no logran salvar los 5 metros que los separan de los arcabuces. Los españoles disparan a bocajarro por filas, (como hemos visto en las películas que hacían los ingleses en las guerras coloniales ,y que por ello creemos que es un invento suyo). No hay fallos de puntería.

Después de varios intentos los piqueros se retiran dejando tras de si 3000 muertos,incluidos los Jefes de las dos agrupaciones. Ningún arcabucero cayó ese día. Los franceses deciden retirarse casi sin combatir,parar no seguir el mismo camino de los suizos. Optaron por coger otro,el de salida de Italia. Bicoca pasó a significar en español algo que se consigue con facilidad y por poco precio.

Tres años después en la sitiada ciudad de Pavía 1.000 españoles y 4.000 alemanes resisten a 30.000 franceses ,53 cañones y su Rey Francisco I. Se envió un ejercito de 24.000 hombres para socorrerlos, entre ellos marchan Fernando de Ávalos y sus arcabuceros. Una mala noticia para los sitiadores.

En la batalla, los arcabuces vuelven a dar cuenta de la caballería francesa,incluida la escolta real a la que matan los caballos, obligándolos a combatir a pié. El Señor de La Palice,Mariscal de Francia es derribado y se rinde, el soldado lo mata “encarándole un grueso arcabuzazo a la coraza”.Los nobles señores (el Gran Maestre,el Caballerizo Real y otros muchos) pasan al otro mundo. El Rey tropieza y cae,al tratar de levantarse nota una espada en su cuello,un vasco se la ha puesto ahí .Intenta defenderse,pero rápidamente llegan en apoyo del soldado un granadino y un gallego y pide cuartel. Todo un símbolo. No todos los días se coge prisionero en combate a un Rey y a sus caballeros;los pocos que quedaron.


A Don Felipe II también le dieron quebraderos de cabeza los franceses. En 1557 y 32 años después de Pavía estamos de nuevo a la gresca y esta vez en su propio territorio. En concreto a las orillas del tan decisivo río Somne, en la pequeña ciudad de San Quintin.

Los españoles asedian la ciudad (en realidad era un truco para hacer entrar en batalla a los franceses).El Condestable de Francia Duque de Montmorency planea que la vanguardia de su ejercito cruce el río en barcas y entre en la ciudad en apoyo de la guarnición, mientras el resto se refugia en un bosque.

La operación es un éxito y el cruce se realiza sin problemas. Pero los arcabuceros ya lo han cruzado antes y les esperan en la orilla con "el tubo" preparado. Descarga. Fuego. Solo 300 franceses con su comandante herido llegan a la ciudad, debido a que los españoles dedican su tiempo en cargar y disparar a los que desembarcan y no a perseguir a los que corren.Bellacos.

Los franceses salen del bosque y se enfrentan al resto del ejercito español. Todos se emplean a fondo. Pero los arcabuceros;terminada la carnicería; se dedican a diezmar las alas francesas hasta que éstas se derrumban.6.000 muertos y 6.000 prisioneros (el Duque y casi 1.000 nobles incluidos),50 banderas y toda la artillería.200 españoles;entre ellos algún arcabucero; no vieron otro amanecer.

El Rey decide construir El Escorial en recuerdo de ésta batalla.Ya debió de ser gordo el impacto.

Un año después los arcabuces repiten la historia en Gravelinas. Los franceses no aguantan ya más tiros y deciden firmar la PAZ.

Y así hasta Rocroi, que yo estudié en mis tiempos como una gran derrota y “el final de los Tercios”.
Curioso como nuestra propia historia ha recogido la propaganda negativa procedente del exterior. Pero Rocroi será otra historia.

domingo, 1 de mayo de 2011

Arcabuceros Españoles I


Posiblemente España sea el primer país de Europa en utilizar de forma sistemática armas de fuego en sus ejércitos.

En las Guerras de Granada los musulmanes empezaron a utilizar unas armas importadas de Turquía (los turcos estaban má avanzados en el uso de la pólvora con fines militares) para disparar desde las almenas a los asaltantes. Está documentado en los sitios de Málaga y Granada. Eran una especie de pequeños cañones que habían de ser disparos apoyados en las murallas y que llamaban Al Caduz (el tubo).

Los soldados de los Reyes Católicos recuperaron algunas de ellas y los herreros armeros fabricaron un modelo más portatil, pues los cristianos eran los que debían de correr al asalto de las posiciones nazaríes. Le llamaron Arcabuz (por deformación de la palabra)y a 50 metros era letal.

Cuando los españoles pasan a Italia a las órdenes del Gran Capitán, un cierto número de hombres portaban éstos ingenios que los italianos comenzaron a llamar schippo o schipetto ( se pronuncia “esquipeto” y significa arma de fuego). El término se “castellanizó” a escopeta.

Éstos soldados especialistas se agrupaban por camaradería y por afinidad de oficio, a modo de gremio y se llamaron arcabuceros e incluso escopeteros. Su eficacia y puntería serán famosos en el mundo y sus gestas serían dignas de una serie de televisión (y sin necesidad de ninjas orientales). Desde la Cueva del Saurio solamente pretendo contribuir a que sean conocidas.

En principio a estos grupos se les asigna una labor de apoyo a la agrupación principal de la infantería:las picas. Ésta combinación de tropas enseguida desarrolló una táctica propia e innovadora que dominó los campos de batalla durante dos siglos. Es los que en términos boxísticos llaman “parar y pegar”:se para el golpe contrario y a continuación se responde. Esos golpes rápidos y contundentes lanzados por el adversario se hacían en la época mediante la caballería.

Quizás la primera vez que se utilizó el sistema fue 11 años después de la toma de Granada. En 1503 los españoles ocupan el cerro y el pueblo de Ceriñola. Como solía ser habitual eran menos numerosos y por ello estaban a la defensiva, así que cavan un foso y con la tierra extraída construyen un talud delante de él.

En ellos se colocan dos grupos de hombres. Cada uno con 500 arcabuceros respaldados por 2.500 piqueros alemanes y flanqueados por ballesteros y 2.000 hombres de infantería ligera.

Los franceses lanzan contra ellos dos grupos. Cada grupo con 1.000 jinetes de caballería pesada a los que siguen los 3000 piqueros suizos (los mejores de la época) y los 3.000 gascones de infantería ligera.

Aquello fue un suspiro:desde la primera carga francesa a la rendición solo pasa una hora.

Comienzan los españoles provocando a los franceses con un amago de carga con los escasos 500 efectivos de caballería ligera. Tras una breve escaramuza,dan la vuelta; los franceses “pican” y los pesados se lanzan tras ellos. Al llegar al talud los arcabuceros los paran en seco con una descarga cerrada. Imposible el avance, los poderosos caballeros comienzan a correr paralelos a la trinchera (a unos 20 metros) para encontrar un hueco por donde colarse. Peor, los arcabuceros practican el tiro al francés, el propio Jefe del Ejercito Duque de Nemours encaja tres bolas de plomo a través de su bruñida armadura.

Los caballeros franceses que quedan se retiran y hacen avanzar a las picas suizas. Chadieu el Comandante de los piqueros acabó del mismo modo. A por ellos. Los españoles y alemanes abandonan las posiciones y barren del campo todo lo que tiene dos piernas y corre.

Aquel día 4000 balas salieron de nuestros arcabuces y los franceses tuvieron 4000 bajas. Buen tiro .Por contra, 100 soldados no volverían a combatir en las filas españolas.

No es de extrañar que el famoso coronel Bayard (el llamado “Caballero sin tacha”) ordenara ejecutar a todos los arcabuceros españoles que fueran hechos prisioneros. Años después moriría de un arcabuzazo. El destino hizo justicia.