Hoy no dedico la entrada
del Blog a algún episodio curioso o jocoso. La dedicatoria va para
Adrián Yanes, amigo marino (aunque sea por el momento) y habanero.
Persona curiosa que espero aprecie éstas lineas.
Será el primero de una serie dedicados a la memoria de algun personaje de los que ya solo se acuerdan los que miramos al pasado,porque el presente nos irrita y el futuro nos parece incertidumbre.
Puede que en Cuba no
conozcan con certeza quien puso a La Habana en los mapas.
Obviamente
los habaneros siempre han sabido donde ésta La Habana;faltaría más.
Me refiero al sentido cartográfico del término, es decir
determinando con total exactitud su longitud y latitud,conceptos
cardinales (nunca mejor dicho).La cuestión no era baladí para los
nautas de la época, pues la medición de la longitud siempre había
dado quebraderos de cabeza a geógrafos y navegantes.
El responsable de todo
ello es uno de esos genios científicos que ha dado España y que;por
olvidados; nos han llevado a pensar que personas de ese tipo se han
dado poco por éstos lares. Si además es andaluz y gaditano es
doblemente meritorio.
Cecilio Pujazón nació
en San Fernando en 1833 y fue desde joven un estudiante aventajado
(hablaba inglés y alemán con soltura y traducía libros al
castellano en sus ratos libres),aunque se decidió por el servicio en
la Armada sin abandonar sus estudios sobre el cielo y los astros de
forma científica. Conscientes de la formación de éste alférez de
navío sus mandos lo destinan a la Comisión Hidrográfica de Las
Antillas.
Allí con el vapor Bazán
se dedicó durante cinco años a recorrer toda la costa norte de la
Isla levantando planos de la costa para situar con exactitud diversos
puntos del litoral oriental de Cuba (Maysi, Baracoa,Navas y Siguá).
Además ideó un sistema
para la determinación exacta de la longitud utilizando la señal del
telégrafo. Para ello tuvo que solicitar permiso a la empresa
estadounidense que gestionaba el cable entre Cuba y Estados Unidos y
realizar una serie de intercambio de señales a horas prefijadas
entre Washington y La Habana.
Después de éste logro
navegó durante dieciséis años en barcos de la Armada como Teniente
de Navío hasta ser nombrado Director del Observatorio de Marina de
San Fernando,donde instaló el gran telescopio ecuatorial (igual al
que existía en Greenwich) en 1869 y uno fotográfico en 1872 (el
primero del país).Además dirigió distintas obras en el mismo
(entre ellas la instalación de la cúpula de hierro de 12.000 Kgrs.).
Pero quedó enamorado de
Cuba y con ganas de volver. Por ello convenció a sus superiores para
realizar desde allí la observación del paso del planeta Venus por
el disco solar;en un eclipse; ocurrido en 1882.
Así que embarcó en
Cadiz con algunos compañeros y algunos instrumentos del Observatorio
(tres potentes telescopios ecuatoriales, un cronógrafo y tres
cronómetros).
Con todo ello montó en el patio del Hospital Militar
de Manzanillo un tingladillo que en realidad era una rudimentaria
chabola;sin techo obviamente. Por ella pasaron muchos lugareños en
los días previos al evento para ver los astros, pues Don Cecilio era
una persona campechana y afable.
Llegado el día algunas nubes altas
aparecieron en el cielo. A pesar de ello telegrafió al Ministerio de
Marina para comunicar que había podido: “observar perfectamente el
contacto interno; pero no el externo, por impedirlo las nubes que se
amontonaron en el espacio”.
Durante toda su vida su
talento fue apreciado por astrónomos y geógrafos de toda Europa y
por su reputación fue invitado como ponente a varios Congresos de
Meteorología,Geodesia y Astronomía en Roma,Londres y La Habana. La
muerte le sorprendió en Paris en 1891 donde colaboraba con
científicos franceses (gracias a la calidad de sus fotografía del
cielo) en el ambicioso proyecto de elaborar un mapa fotográfico
celeste.
Afortunadamente sus
restos reposan en el Panteón de Marinos Ilustres....aunque en un
rincón y un Colegio Público de su ciudad natal lleva su nombre.
Exiguo recuerdo para persona de tanta valía.
Y tan exiguo y para vergüenza nuestra, no el único en el que nos mostramos rácanos de gratitud con figuras señeras de la ciencia.
ResponderEliminarAmén a eso hermano
EliminarExcelente artículo, como siempre bien investigado e inteligentemente redactado, cosa que no abunda.
ResponderEliminarMuchas gracias por la dedicatoria, me siento alagado al ser nombrado tan cerca de semejante genio.
Dejémoslo en CURIOSO, lo de genio me viene muy grande.Gracias a ti por la lectura y la respuesta.
EliminarExcelente y como siempre bien documentado, compañero. Felicidades.Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por la lectura.Un abrazo.
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