Submarino Español de la Clase C (en éste caso el C 4,gemelo del C 5)
Hace unos día estuve
viendo en la Televisión una película bélica sobre un comando
estadounidense que trata de robar la máquina codificadora “Enigma”
de un submarino alemán en la Segunda Guerra Mundial.
Seguramente;como otras; basada en hechos reales.
La secuencia dramática
se desarrolla en esa situación donde el submarino debe bajar a una
gran profundidad mientras sufre un ataque con cargas de profundidad
por parte de un destructor. Es una situación muy repetida en
películas de esa temática ,ya que refleja una circunstancia donde
la nave puede quedar colapsada por la presión con un fatal desenlace
para sus ocupantes.
Gracias al cine conocemos
a esos esforzados marineros,sudorosos y quietos en esa tensa y
peligrosa espera hasta que los enemigos los dan por hundidos.
Auténticos héroes, ya sean norteamericanos,alemanes o rusos.
En España también
tenemos héroes de ese tipo;o probablemente mayores; pues en peores
circunstancias y durante más tiempo que en todas las películas que
se han rodado sobre el tema; tuvieron que soportar esa situación.
Pero son absolutamente
desconocidos. Por eso desde éste pequeño rincón me atrevo a contar
su historia.
El primer año de nuestra
Guerra Civil el Submarino C 5 de la Armada Española y después de
diversas peripecias llega al Puerto de Bilbao con otras unidades para
tratar de hundir los barcos de la marina rebelde que controlaban el
Cantábrico desde sus bases gallegas.
Los Clase C eran unas
naves de rendimiento mediocre. Su cota máxima en inmersión era;
teóricamente; de 80 metros,pero algunas unidades hacían agua a 50
metros. Los periscopios se rompían con facilidad y eran muy poco
fiables para calcular distancias. Como armamento montaban el
impreciso y complicado Vickers de 76 mm y seis tubos
lanzatorpedos,pero sin dirección de lanzamiento.
Pero sobre todo estaban
mal dirigidas. Tras el Golpe de Estado se fusiló a gran parte de los
oficiales de la Armada por ser simpatizantes del mismo. Por ello el C
5 estaba comandado por un "Comité" (Un Auxiliar de radio, un cabo y un marinero), cuyo
Presidente ostentaba el mando real del barco. En su primera misión
casi naufragan al realizar la inmersión de prueba, debido a la
impericia en la maniobra. Debido a ello en Málaga el Jefe de
Submarinos nombra al Capitán de Corbeta José Maria de Lara para
dirigir (más como “asesor”que como comandante) el buque,aunque
el Comité tenía dudas sobre su lealtad a La República porque era
católico. Para secundarlo designan a un oficial... de marina mercante y
como Jefe de Máquinas nombran a un maquinista de 3ª ,prácticamente
el que engrasa los motores.
Un día les llega la
información de la localización exacta del acorazado España y tras sacar de un bar al
Presidente (en estado de embriaguez) logran zarpar y se dirigen a su
encuentro.Cuando es avistado se aproximan en inmersión y a distancia de lanzamiento le
disparan dos torpedos.
Cada torpedo marcha por
donde quiere. Acercándose aún más le disparan otros dos y al poco
tiempo escuchan una gran explosión. Los torpedos han estallado al
chocar contra la costa,lejos del acorazado. El Presidente del Comité (con una buena
resaca ) piensa que se trata de un sabotaje del Capitán Lara, que se
limitó a dar las distancias que marcaba el periscopio. Lara acaba
confinado en su camarote.
Tres días después se
encuentran frente a la costa asturiana cargando las baterías
aprovechando una espesa niebla:Divisan a unos 1.500 metros a dos de
los pesqueros armados (llamados bous) por los nacionales con cañones
de 76, 57 mm e incluso ametralladoras. El Presidente del
Comité;suponemos que henchido de ardor guerrero;decide enfrentarse
con ellos a cañonazos. La decisión es absurda por la escasa
visibilidad, el escaso valor militar de los barquitos comparado con
el daño que podía recibir el submarino, y el riesgo que suponía
alertar a otras unidades.(los pesqueros armados solían operar en
grupo para suplir su escaso armamento). Evidentemente el Capitán
estaba en contra,pero a pesar de ello El Presidente del Comité
ordenó el fuego.
Los bous le responden
con todo lo que tienen y se lanzan a toda máquina acortando
distancia a unos 300-150 metros intentando chocar con el C 5.Los bous
dan la alerta y acuden a la caza cuatro más que lo persiguen. Más
tarde se le une a un hidroavión Savoia que lo ametralla y bombardea
y también el destructor Velasco que lo cañonea desde lejos.
A éstas alturas de los
hechos el telegrafista metido a capitán debía padecer una
incontinencia fecal aguda,pues se dio cuenta de que “la había
cagado”.Imagino los marineros le “rogarían” a Lara que se
hiciera cargo de la situación.Y lo hace ordenando sumergirse a toda prisa y en
picado (los artilleros se tiraron de cabeza por la escotilla,dejando
la munición en cubierta y el cañón sin trincar) librándose por
los pelos de un abordaje (uno de los bous pasó rozando el
casco).Estabilizan la nave a unos 50 metros.....esa profundidad a la
que los Clase C suelen tener “filtraciones”...
Continuamos con la
historia, pero pondremos el relato “dramatic mode ON”
El Velasco es un
verdadero buque de guerra y le lanza sus cargas de profundidad. Se paran
las bombas de achique para estar en silencio, así pueden escuchar las
explosiones que se acercan y hacen temblar el
barco....Una.....dos....a la tercera.... un terremoto sacude el
barco,saltan pernos u crujen mamparos y la nave se queda a oscuras y
sin propulsión.
El submarino comienza a caer a plomo,.No es una bajada voluntaria como en la mejores películas del género ,sino un descenso lento hasta el mismo fondo marino. En silencio el capitán ilumina con una linterna la esfera sin cristal del manómetro de profundidad,donde la aguja baja paulatina e inexorablemente. Al llegar a los 80 metros Lara se persigna esperando que el submarino (y él mismo) sea aplastado por la presión de un momento a otro.
Un tremendo golpe sacude
a todos. Sorpresivamente han tocado fondo y el descenso se detiene
bruscamente...a 85 metros. Han superado en cinco metros el limite
máximo y el submarino aguanta....por ahora.
Se consigue restablecer
el alumbrado y se ordena la valoración de daños. El brutal choque
ha causado averías muy graves:Numerosas vías de agua (si el agua
salada entra en contacto con las baterías se producirá gas cloro asfixiando a la tripulación),las bombas de achique tienen los ejes
doblados y no funcionan,las cámaras de torpedos tienen 20 centímetros
de agua;y otras muchas. El barco está al limite.
En esos momentos se ponen
a prueba;tanto como se hace necesaria; la capacidad de un comandante
y la eficiencia de una tripulación. Las reparaciones son complejas y
laboriosas:desmontar bombas y compresores, ajustar ejes,taponar
grietas y fugas,etc. Y todo ello lleva su tiempo...mucho tiempo.
Pero hay una pregunta que
nadie hace,pero que todos piensan: ¿Tendremos suficiente oxígeno?.
Lara se impone con
autoridad y organiza los trabajos en orden a su urgencia. Faltan
materiales y repuestos para averías tan severas, el ingenio y la
improvisación española los suplirán. Todos los marineros no
activos (Presidente del Comité incluido) deben permanecer en las
literas quietos y en silencio con algo de agua y comida. Las ordenes
deben darse por señas y nadie puede hablar salvo el capitán, para
consumir la menor cantidad de oxígeno posible.
Han pasado ya doce horas
en el fondo del mar y el cansancio y la hipoxia ralentizan los
movimientos de los hombres que trabajan. Los más menudos entran en
los tubos y sacan los torpedos a mano,desmontan sus cabezas
explosivas con el agua hasta las rodillas.
En otro lado,no sabemos
lo que pasaría por la cabeza de aquellos marineros inmóviles en sus
camastros,viendo pasar angustiosamente las horas. Un suboficial
trabajosamente saca su pistola y se la lleva a la sien...”acabemos
ya”...alguien se la arrebata torpemente antes de que apriete el
gatillo. No debe permitirse que alguien pierda los nervios y se
desate el pánico, hay que seguir trabajando.
Y así siguieron, mucho
tiempo,nada menos que casi dos días. Tras 44 horas el capitán
considera que las reparaciones indispensables para intentar emerger
han terminado. Y digo intentar porque desconoce si las hélices han
sufrido daños o el aire de los tanques es suficiente para soplar el
lastre. Solo tienen una oportunidad, si falla quedarán en el abismo
para siempre.
Tras unas palabras a la
tripulación De Lara da la orden. Unos chirridos y unos soplidos, y
el submarino empieza a ascender. Cuarenta y pocos hombres han vuelto
a la vida.Por fin.Afortunadamente nadie les espera arriba...creen que han muerto, ES IMPOSIBLE QUE HAYAN SOBREVIVIDO.
No había llegado su hora
todavía. El C5 continuó navegando tres meses más hasta perderse
para siempre sin saber porqué.
Pero eso ya es otra
historia.
Aunque no tienes puestos enlaces, lo he enlazado a Twitter, es una gran historia. Un gran relato para compartir. Me muevo por esos lares, es mucho más interesante y enriquecedor. Un Saludo, también te he enlazado a mi blog para poderte seguir. Un abrazo compañero.
ResponderEliminarGracias "beatifico" Antonio. Para allá voy, pero he de imponerme en esa Red, que me es un poco desconocida.
EliminarSi hubieran sido yankees, menuda peli habría montado Hollywood.
ResponderEliminarSin duda, pero aquí somos bajitos, peludos y feos de un país que les declaró la guerra y la perdió. Por eso los estadounidenses no nos tienen mucho respeto. Han olvidado la ayuda en su independencia.
Eliminarsigue asi, maestro!!!!
ResponderEliminarGracias Compañero.
EliminarBuena historia.
EliminarBuen relato. Como todas tus aportaciones. Un abrazo
ResponderEliminarBuen relato. Como todas tus aportaciones. Un abrazo
ResponderEliminarMe ha encantado !!! besos Marisa
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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