domingo, 9 de marzo de 2014

Los Héroes del C 5

Submarino Español de la Clase C (en éste caso el C 4,gemelo del C 5)


Hace unos día estuve viendo en la Televisión una película bélica sobre un comando estadounidense que trata de robar la máquina codificadora “Enigma” de un submarino alemán en la Segunda Guerra Mundial. Seguramente;como otras; basada en hechos reales.



La secuencia dramática se desarrolla en esa situación donde el submarino debe bajar a una gran profundidad mientras sufre un ataque con cargas de profundidad por parte de un destructor. Es una situación muy repetida en películas de esa temática ,ya que refleja una circunstancia donde la nave puede quedar colapsada por la presión con un fatal desenlace para sus ocupantes.



Gracias al cine conocemos a esos esforzados marineros,sudorosos y quietos en esa tensa y peligrosa espera hasta que los enemigos los dan por hundidos. Auténticos héroes, ya sean norteamericanos,alemanes o rusos.




En España también tenemos héroes de ese tipo;o probablemente mayores; pues en peores circunstancias y durante más tiempo que en todas las películas que se han rodado sobre el tema; tuvieron que soportar esa situación.



Pero son absolutamente desconocidos. Por eso desde éste pequeño rincón me atrevo a contar su historia.





El primer año de nuestra Guerra Civil el Submarino C 5 de la Armada Española y después de diversas peripecias llega al Puerto de Bilbao con otras unidades para tratar de hundir los barcos de la marina rebelde que controlaban el Cantábrico desde sus bases gallegas.



Los Clase C eran unas naves de rendimiento mediocre. Su cota máxima en inmersión era; teóricamente; de 80 metros,pero algunas unidades hacían agua a 50 metros. Los periscopios se rompían con facilidad y eran muy poco fiables para calcular distancias. Como armamento montaban el impreciso y complicado Vickers de 76 mm y seis tubos lanzatorpedos,pero sin dirección de lanzamiento.



Pero sobre todo estaban mal dirigidas. Tras el Golpe de Estado se fusiló a gran parte de los oficiales de la Armada por ser simpatizantes del mismo. Por ello el C 5 estaba comandado por un "Comité" (Un Auxiliar de radio, un cabo y un marinero), cuyo Presidente ostentaba el mando real del barco. En su primera misión casi naufragan al realizar la inmersión de prueba, debido a la impericia en la maniobra. Debido a ello en Málaga el Jefe de Submarinos nombra al Capitán de Corbeta José Maria de Lara para dirigir (más como “asesor”que como comandante) el buque,aunque el Comité tenía dudas sobre su lealtad a La República porque era católico. Para secundarlo designan a un oficial... de marina mercante y como Jefe de Máquinas nombran a un maquinista de 3ª ,prácticamente el que engrasa los motores.





Un día les llega la información de la localización exacta del acorazado España y tras sacar de un bar al Presidente (en estado de embriaguez) logran zarpar y se dirigen a su encuentro.Cuando es avistado se aproximan en inmersión y a distancia de lanzamiento le disparan dos torpedos.



Cada torpedo marcha por donde quiere. Acercándose aún más le disparan otros dos y al poco tiempo escuchan una gran explosión. Los torpedos han estallado al chocar contra la costa,lejos del acorazado. El Presidente del Comité (con una buena resaca ) piensa que se trata de un sabotaje del Capitán Lara, que se limitó a dar las distancias que marcaba el periscopio. Lara acaba confinado en su camarote.



Tres días después se encuentran frente a la costa asturiana cargando las baterías aprovechando una espesa niebla:Divisan a unos 1.500 metros a dos de los pesqueros armados (llamados bous) por los nacionales con cañones de 76, 57 mm e incluso ametralladoras. El Presidente del Comité;suponemos que henchido de ardor guerrero;decide enfrentarse con ellos a cañonazos. La decisión es absurda por la escasa visibilidad, el escaso valor militar de los barquitos comparado con el daño que podía recibir el submarino, y el riesgo que suponía alertar a otras unidades.(los pesqueros armados solían operar en grupo para suplir su escaso armamento). Evidentemente el Capitán estaba en contra,pero a pesar de ello El Presidente del Comité ordenó el fuego.





Los bous le responden con todo lo que tienen y se lanzan a toda máquina acortando distancia a unos 300-150 metros intentando chocar con el C 5.Los bous dan la alerta y acuden a la caza cuatro más que lo persiguen. Más tarde se le une a un hidroavión Savoia que lo ametralla y bombardea y también el destructor Velasco que lo cañonea desde lejos.

A éstas alturas de los hechos el telegrafista metido a capitán debía padecer una incontinencia fecal aguda,pues se dio cuenta de que “la había cagado”.Imagino los marineros le “rogarían” a Lara que se hiciera cargo de la situación.Y lo hace ordenando sumergirse a toda prisa y en picado (los artilleros se tiraron de cabeza por la escotilla,dejando la munición en cubierta y el cañón sin trincar) librándose por los pelos de un abordaje (uno de los bous pasó rozando el casco).Estabilizan la nave a unos 50 metros.....esa profundidad a la que los Clase C suelen tener “filtraciones”...



Continuamos con la historia, pero pondremos el relato “dramatic mode ON”



El Velasco es un verdadero buque de guerra y le lanza sus cargas de profundidad. Se paran las bombas de achique para estar en silencio, así pueden escuchar las explosiones que se acercan y hacen temblar el barco....Una.....dos....a la tercera.... un terremoto sacude el barco,saltan pernos u crujen mamparos y la nave se queda a oscuras y sin propulsión.


El submarino comienza a caer a plomo,.No es una bajada voluntaria como en la mejores películas del género ,sino un descenso lento hasta el mismo fondo marino. En silencio el capitán ilumina con una linterna la esfera sin cristal del manómetro de profundidad,donde la aguja baja paulatina e inexorablemente. Al llegar a los 80 metros Lara se persigna esperando que el submarino (y él mismo) sea aplastado por la presión de un momento a otro.

Un tremendo golpe sacude a todos. Sorpresivamente han tocado fondo y el descenso se detiene bruscamente...a 85 metros. Han superado en cinco metros el limite máximo y el submarino aguanta....por ahora.


Se consigue restablecer el alumbrado y se ordena la valoración de daños. El brutal choque ha causado averías muy graves:Numerosas vías de agua (si el agua salada entra en contacto con las baterías se producirá gas cloro asfixiando a la tripulación),las bombas de achique tienen los ejes doblados y no funcionan,las cámaras de torpedos tienen 20 centímetros de agua;y otras muchas. El barco está al limite.



En esos momentos se ponen a prueba;tanto como se hace necesaria; la capacidad de un comandante y la eficiencia de una tripulación. Las reparaciones son complejas y laboriosas:desmontar bombas y compresores, ajustar ejes,taponar grietas y fugas,etc. Y todo ello lleva su tiempo...mucho tiempo.



Pero hay una pregunta que nadie hace,pero que todos piensan: ¿Tendremos suficiente oxígeno?.



Lara se impone con autoridad y organiza los trabajos en orden a su urgencia. Faltan materiales y repuestos para averías tan severas, el ingenio y la improvisación española los suplirán. Todos los marineros no activos (Presidente del Comité incluido) deben permanecer en las literas quietos y en silencio con algo de agua y comida. Las ordenes deben darse por señas y nadie puede hablar salvo el capitán, para consumir la menor cantidad de oxígeno posible.



Han pasado ya doce horas en el fondo del mar y el cansancio y la hipoxia ralentizan los movimientos de los hombres que trabajan. Los más menudos entran en los tubos y sacan los torpedos a mano,desmontan sus cabezas explosivas con el agua hasta las rodillas.



En otro lado,no sabemos lo que pasaría por la cabeza de aquellos marineros inmóviles en sus camastros,viendo pasar angustiosamente las horas. Un suboficial trabajosamente saca su pistola y se la lleva a la sien...”acabemos ya”...alguien se la arrebata torpemente antes de que apriete el gatillo. No debe permitirse que alguien pierda los nervios y se desate el pánico, hay que seguir trabajando.



Y así siguieron, mucho tiempo,nada menos que casi dos días. Tras 44 horas el capitán considera que las reparaciones indispensables para intentar emerger han terminado. Y digo intentar porque desconoce si las hélices han sufrido daños o el aire de los tanques es suficiente para soplar el lastre. Solo tienen una oportunidad, si falla quedarán en el abismo para siempre.



Tras unas palabras a la tripulación De Lara da la orden. Unos chirridos y unos soplidos, y el submarino empieza a ascender. Cuarenta y pocos hombres han vuelto a la vida.Por fin.Afortunadamente nadie les espera arriba...creen que han muerto, ES IMPOSIBLE QUE HAYAN SOBREVIVIDO.





No había llegado su hora todavía. El C5 continuó navegando tres meses más hasta perderse para siempre sin saber porqué.



Pero eso ya es otra historia.

11 comentarios:

  1. Aunque no tienes puestos enlaces, lo he enlazado a Twitter, es una gran historia. Un gran relato para compartir. Me muevo por esos lares, es mucho más interesante y enriquecedor. Un Saludo, también te he enlazado a mi blog para poderte seguir. Un abrazo compañero.

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    1. Gracias "beatifico" Antonio. Para allá voy, pero he de imponerme en esa Red, que me es un poco desconocida.

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  2. Si hubieran sido yankees, menuda peli habría montado Hollywood.

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    1. Sin duda, pero aquí somos bajitos, peludos y feos de un país que les declaró la guerra y la perdió. Por eso los estadounidenses no nos tienen mucho respeto. Han olvidado la ayuda en su independencia.

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  3. Buen relato. Como todas tus aportaciones. Un abrazo

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  4. Buen relato. Como todas tus aportaciones. Un abrazo

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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